Fernando Arcos es de Terrassa y tiene 50 años. Vive desde hace cinco años en Barcelona y trabaja como vigilante de seguridad. Acudió a los servicios sociales para obtener dinero para un billete que le llevara a la vendimia pero finalmente decidió recuperarse de su mal estado físico en el albergue. Actualmente vive por su cuenta y es totalmente autónomo.